En nuestra red de tanatorios ubicados en Toledo queremos estar a la vanguardia en servicios funerarios; adaptarnos a las novedades y ofrecer un servicio excepcional. De este modo y dado que los entierros a la vieja usanza o inhumaciones se practican cada vez menos, desde Nueva Funeraria de Toledo ofrecemos un servicio de cremación para todo aquel que lo requiera. Los familiares son los que deciden cual será la modalidad de despedida elegida. Toda persona tiene por derecho la libertad de decidir qué servicio funerario se ajusta más a su manera de entender la vida y la muerte. Tanto las creencias como la voluntad del que se va han de ser respetadas.
A pesar de que la cremación es cada vez más usual, muchas personas lo conciben como algo muy novedoso y alejado de lo tradicional. Sin embargo, si echamos la vista hacia atrás, nos daremos cuenta de que esta técnica ya la usaban en la antigüedad. Este método consiste en la incineración del cuerpo en un horno crematorio hecho expreso para ello. La Iglesia Católica ya la ha incluido en sus ceremonias y aceptado como otra variante de despedida. Una vez que el cuerpo se ha reducido a cenizas, los familiares toman la decisión de dónde quieren depositarlas; en un cementerio, en casa, esparcirlas en algún lugar, …
También nos encargamos de la inhumación. Realizamos todos los trámites para obtener los permisos de enterramiento bien en nichos o en panteones, en función de lo que se estipule. Además, nuestro equipo trasladará el cuerpo hasta el lugar de su entierro.
En nuestra empresa, Nueva funeraria de Toledo, ofrecemos nuestros servicios a todas las aseguradoras y particulares. Contacte con nosotros asistencia 24 horas, 925 254 347 – 925 225 255.
La inhumación o entierro, define la disposición del cuerpo dentro de la tierra. En cementerios, camposantos, mausoleos, panteones, criptas o nichos, se depositan los restos mortales de una persona. La inhumación es una costumbre que se practica en la mayoría de los países del mundo desde tiempos bíblicos. La iglesia católica reconoce a los terrenos santificados como único lugar de descanso eterno del cuerpo.
Asimismo, el resto de las religiones monoteístas como la judía o musulmana, reconocen a los cementerios, nichos o criptas consagrados como único espacio permitido. La bendición de los sacerdotes, imanes, pastores o rabinos, da carta abierta a cementerios para la inhumación autorizadas religiosamente. A pesar de ser la forma más tradicional, religiosa y culturalmente más difundida, su práctica se ha reducido significativamente en los últimos años.
En las grandes ciudades, se han levantado verdaderas necrópolis que ocupan espacios gigantescos y cada vez más costosos. El mantenimiento de estos terrenos, el ornamento y la manutención de parcelas de cementerios y jardines, supone un gran esfuerzo para muchas familias. Esto hace que cada vez más personas eliminen la inhumación como última voluntad de disposición de sus restos mortales.
La cremación es una técnica que permite la exposición a altas temperaturas de un cuerpo hasta transformarlo en cenizas. Es una práctica ancestral que se practica en decenas de culturas desde tiempos muy antiguos. En la actualidad, se ha erigido como la forma más popular de disposición de cenizas mortuorias, por su practicidad y rapidez del proceso. Pero, lo más resaltante es que su precio es varias veces menor a la inhumación. Como resultado de la cremación, se obtienen unas cenizas. Estas cenizas, pueden ser dispuestas en nichos, espacios públicos e incluso en espacios privados. También se puede disponer de las cenizas de la cremación de un cuerpo mediante la transformación en joyería de incineración. Diamantes, cristales, retratos o colgantes para cenizas son los recuerdos más bonitos, sentidos y cercanos de nuestros seres queridos.
Estas son las principales diferencias entre incineración e inhumación:
– Aceptado por la religión católica siempre que se conserven los restos en un lugar donde pueden acudir los fieles a rezar por el alma del difunto.
– Sistema aceptado por la religión Judía y la Musulmana siempre que se realice según sus ritos.
– El cuerpo dentro de un ataúd tarda en descomponerse entre 15 y 50 años.
– En España el cuerpo solo puede conservarse en un cementerio.
– De un cuerpo inhumado sí se puede extraer ADN.
– Aceptado por la religión católica siempre que se conserven las cenizas en un lugar que facilite el acudir a rezar por el alma del difunto.
– Sistema admitido por el hinduismo.
– No hay descomposición del cuerpo. Se realiza una incineración del cadáver que tarda entre 2 y 5 horas en consumirse y transformarse en ceniza.
– Las cenizas resultantes pueden ser tiradas al mar, conservarse en una urna, enterrarse, etc.
– De un cuerpo calcinado no puede recuperarse ADN.
La principal ventaja de la incineración es claramente su coste, puesto que es mucho más barato en general que una inhumación. De hecho, esta opción ha calado principalmente en familias con escasos recursos económicos o jóvenes sin seguro de decesos que se encuentran ante la tesitura de hacerse cargo de un importe elevado en un momento en el que carecen de liquidez financiera.
Además, el proceso de quemado es en términos generales mucho más rápido y práctico a la hora de movilizar los restos funerarios del difunto. Esto también hace de la incineración una opción mucho más atractiva para aquellas personas que quieran tener a su ser querido cerca de ellos.
No obstante, estas no son las únicas ventajas de la cremación, existen muchas otras como:
– Requiere de un menor espacio de enterramiento ya que simplemente si se desea, solo se tendrá que enterrar una urna funeraria.
– No tiene tantos gastos de mantenimiento como la inhumación. Es decir, una vez incinerado el cadáver y obtenidas las cenizas usted podrá hacer con ellas lo que estime oportuno.
– Se evita de esta manera el deterioro y putrefacción del cuerpo, lo cual beneficia al medio ambiente. Además, este procedimiento funerario evita las epidemias y las enfermedades puesto que se destruyen inmediatamente los restos. Esta práctica fue muy utilizada en tiempos de la peste con el fin de evitar epidemias, algo que en la actualidad reconocemos muy bien, desgraciadamente, debido a la pandemia por el COVID-19.
– Permite el traslado de las cenizas a cualquier lugar por parte de la familia. Es decir, es mucho más práctico que la inhumación tal y como hemos comentado anteriormente.
– Esta práctica es aceptada por la mayoría de las religiones siempre y cuando se conserven todas las cenizas como una unidad y no se dividan en varias partes. El reparto de estas cenizas en varias partes está prohibido en la mayoría de la religiones.
En el caso de la inhumación, realmente no existe una ventaja clara frente a la cremación. Su principal ventaja quizá es que es lo que se ha hecho siempre y por ello está aceptado por todas las religiones.
Además, con este procedimiento tendrá la posibilidad de erigir un monumento fijo en el que honrar al ser querido.
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